Gestión del agua en AWS: cuando la nube también debe ser responsable

Amazon Web Services ha convertido la gestión del agua en un eje estratégico de negocio. Desde IA para detectar fugas hasta diseños sin uso hídrico en centros de datos, su modelo busca marcar el estándar global.

Hace 3 horas
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La gestión del agua en Amazon Web Services (AWS)  dejó de ser un área operativa para convertirse en una pieza estratégica del modelo de negocio. La compañía entiende que su expansión global —apoyada en centros de datos con altos requerimientos energéticos y térmicos— sólo será sostenible si puede demostrar responsabilidad hídrica real. Por ello ha establecido una de las metas más ambiciosas del sector tecnológico: ser “agua positiva” en 2030, es decir, devolver más agua de la que utiliza.

Eficiencia técnica como ventaja competitiva

Lejos de tratarse de filantropía ambiental, la estrategia de AWS está diseñada como una ventaja competitiva en infraestructura digital. Beau Schilz, director de agua en la empresa, explica que el uso de agua en los centros de datos tiene un objetivo preciso: enfriar los servidores para reducir el consumo eléctrico. Sin embargo, la compañía opera con diseños que priorizan enfriamiento por aire exterior la mayor parte del año, lo que permite que en regiones como Norteamérica el uso de agua no supere el 10% del tiempo de operación.

Desde 2021, AWS ha logrado una mejora del 40% en eficiencia hídrica, con un promedio de 0.15 litros por kWh consumido. Esta cifra se encuentra entre las más bajas del sector. La decisión no sólo reduce costos, sino que responde a una expectativa clara del mercado empresarial: ningún cliente quiere depender de un proveedor cuya infraestructura compita con el consumo de comunidades locales.

Reposición y economía circular: del consumo al retorno

El segundo pilar de la gestión del agua en AWS es el compromiso de reposición. La compañía desarrolla proyectos de restauración de cuencas, acceso a agua potable y saneamiento en regiones con estrés hídrico. Schilz afirma que el objetivo es contundente: “dejar mejores condiciones de agua de las que existían antes de nuestra llegada”.

El enfoque incluye el uso de agua reciclada como insumo operativo. AWS planea implementar infraestructura de reutilización en más de 120 localidades de Estados Unidos antes de 2030, en estados como Misisipi, Georgia y Virginia. La lógica responde a principios de economía circular: reaprovechar agua tratada que de otro modo sería descartada.

Inteligencia artificial aplicada al agua

El auge de la inteligencia artificial ha reavivado el debate sobre el consumo energético y de agua de la infraestructura digital. AWS decidió responder con tecnología. En alianza con la Federación del Medio Ambiente del Agua y la Universidad de Pensilvania, creó el Centro de Excelencia Water-AI Nexus, enfocado en desarrollar soluciones basadas en IA para el sector hídrico.

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Los casos de uso van desde detección de fugas en redes municipales, hasta modelos predictivos para fallas en tuberías o ajustes de presión. En México, estas herramientas podrían ahorrar miles de millones de litros al año, según estimaciones internas. Además de reducción de consumo, los sistemas permiten a los organismos operadores mejorar sus ingresos al corregir errores de medición y pérdidas no facturadas.

México como laboratorio estratégico

En países con escasez severa, como México, AWS adoptó una postura radical: no utilizar agua para enfriamiento en sus centros de datos. La empresa optó por diseños que operan completamente con aire, evitando cualquier extracción de fuentes locales. A la par, mantiene proyectos de reposición y colaboraciones con empresas como Xylem, enfocadas en modernizar redes de distribución.

El país se ha convertido en un banco de pruebas para tecnologías de eficiencia hídrica. Además de alianzas industriales, universidades nacionales participan en ensayos de análisis de datos, mientras organismos internacionales comparten casos de adopción temprana de soluciones digitales.

¿Un nuevo estándar para la infraestructura digital?

AWS busca escalar esta estrategia globalmente. Su meta no es solamente cumplir con regulaciones, sino influenciar el estándar de toda la industria tecnológica. El Centro de Excelencia pretende establecer criterios verificables sobre lo que significa un desarrollo responsable en materia de agua para centros de datos.

El futuro de la nube será medible en litros

La innovación digital ya no se mide sólo en terabytes o velocidad de procesamiento. Cada centro de datos —sea para streaming, banca o inteligencia artificial— carga con una huella hídrica que debe hacerse visible. La gestión del agua en AWS representa un cambio de paradigma: utilizar tecnología para reducir impacto, devolver recursos a las comunidades y demostrar que es posible operar infraestructura crítica sin debilitar los sistemas hídricos.

El desafío para el resto de la industria es claro: o se suman a este estándar, o quedarán rezagados ante una nueva métrica de sostenibilidad que los clientes ya comenzaron a exigir.

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