Valia Energía, convencida de que un enfoque sólido en sostenibilidad puede ser una ventaja competitiva poderosa y un verdadero elemento diferenciador para la empresa, participó en la iniciativa AmCham–IPADE Impact Lab, una plataforma colaborativa que busca visibilizar, conectar y validar las mejores prácticas empresariales en sostenibilidad e impacto social en México, a través de los proyectos Resiliencia Hídrica Comunitaria y Energía que Transforma.
Ambos proyectos reflejan las acciones que integran la sostenibilidad en procesos industriales críticos de la compañía generando valor compartido en los territorios donde opera.
Un impulso colectivo
Como parte de la iniciativa, se presentó el primer reporte AmCham Valor Compartido 2025: Aprendizaje y buenas prácticas de sostenibilidad en la comunidad empresarial, elaborado por la American Chamber of Commerce of Mexico junto con el Centro de Investigación en Responsabilidad Social (CIRES) del IPADE Business School. Éste analizó 136 proyectos de 74 organizaciones que buscan profesionalizar la implementación de estrategias de sostenibilidad y la responsabilidad social en el país, y que han beneficiado directamente a más de 3.29 millones de mexicanos.
Los casos incluidos en el reporte destacan por reflejar un cambio positivo en cómo las empresas integran la sostenibilidad en su estrategia de negocio, volviéndose una parte estructural de su modelo operativo y siendo impulso de la creación de alianzas con otras empresas, el gobierno o instituciones académicas.
El proyecto Resiliencia Hídrica Comunitaria de Valia Energía fue uno de los nueve casos ilustrativos seleccionados para ejemplificar el impacto que las empresas pueden generar en distintos ámbitos contribuyendo a la sostenibilidad y al valor compartido.
“Desde CIRES, el 80% de los avances en sostenibilidad observados provienen del sector privado, de su capacidad para innovar, colaborar y convertir los desafíos ambientales y sociales en oportunidades de desarrollo”, concluyó Ana Cristina Dahik Loor, directora del CIRES.

De la eficiencia industrial a la acción comunitaria
Resiliencia Hídrica Comunitaria impulsa soluciones de captación de agua pluvial en zonas vulnerables del Estado de México, a través de la integración de tecnología, educación ambiental y acción colectiva. En colaboración con la Asociación Civil Isla Urbana, enfocada en enfatizar la viabilidad de la captación de lluvia en el país, Valia Energía ha instalado 46 sistemas de captación de lluvia en escuelas, viviendas y espacios comunitarios. Esta iniciativa contribuye a reducir el gasto familiar y escolar en agua potable, fortalece la seguridad hídrica y promueve una cultura del cuidado del agua desde el territorio.
Además, entre 2024 y 2025 Valia Energía ha instalado los sistemas de recolección pluvial Cosecha de Lluvia y Tláloc en las comunidades de Atla y Jaltepec respectivamente. Estas soluciones permiten almacenar 145,000 litros y recolectar más de 2.5 millones de litros anuales en beneficio de más de 1,400 personas, e impulsan una reducción de 20,175 kg de CO₂ equivalente al disminuir el uso de plásticos y el transporte de agua potable.
Gestión e impacto sostenible
El programa Energía que Transforma surge para promover proyectos internos que optimicen el uso del agua, un recuso esencial para la operación eficiente de las centrales de ciclo combinado, contribuyendo a la sostenibilidad y reducción del impacto ambiental.
Se implementaron dos iniciativas, la primera reutiliza agua purgada de recuperadores de calor y líneas de vapor a través de una red interna, con metas de recuperar a mediano plazo el 5% del consumo total y reducir un 20% de las descargas. La segunda recolecta agua de condensación de aires acondicionados y residuos del rack de muestreo, con el objetivo de cubrir el 100% del consumo de agua en sanitarios del edificio administrativo.
Los resultados de Energía que Transforma, además de demostrar ser un modelo replicable con impacto medible, se traducen en la reducción del 21.7% de agua en las descargas; reutilización de 255,200 m³ de agua en 2024, equivalente a 12,760 pipas de 20,000 L o el consumo anual de 475 hogares; recuperación de 8.33 m³ de agua al día, además de representar ahorros económicos para la empresa.
Para Valia Energía, la participación de la comunidad y de los propios colaboradores es clave para la sostenibilidad de ambos proyectos. “Cuando las personas se apropian de la solución, los impactos se amplifican y se sostienen en el tiempo, el compromiso empresarial debe ser proactivo, más allá del cumplimiento normativo, y nosotros apostamos por un modelo que integra lo técnico con lo social, lo ambiental con lo cultural y lo empresarial con lo comunitario”, comentó Paulina Chávez, directora de Sostenibilidad de Valia Energía.