El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se declaró sorprendido por las sanciones que Estados Unidos impuso recientemente a las dos mayores petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, calificando la medida como inesperada y desconcertante para Moscú.
«De repente, Estados Unidos anunció sanciones contra dos de nuestras compañías petroleras. ¿A qué se debió eso? Les digo honestamente: ni siquiera entendí qué estaba pasando», afirmó Putin durante una rueda de prensa, transmitida en directo por la televisión rusa.
El mandatario señaló que las sanciones fueron anunciadas tras la reunión del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU. Según Putin, no se produjo ninguna situación conflictiva sobre este tema durante el encuentro.
Putin también recordó sus reuniones con el enviado especial del presidente estadounidense, Steve Witkoff, incluso durante la cumbre ruso-estadounidense en Alaska, y calificó las sanciones como un factor que «está destruyendo nuestras relaciones».
El 23 de octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció las sanciones contra Rosneft y Lukoil, argumentando la «falta de compromiso serio de Rusia con un proceso de paz para poner fin a la guerra en Ucrania». Según Scott Bessent, secretario del Tesoro, las medidas buscan sancionar a las principales empresas que financian la maquinaria bélica del Kremlin.
Estas sanciones, que entraron en vigor hace una semana, han tenido un impacto económico directo sobre Rusia, que actualmente atraviesa una fase de contracción. Entre sus efectos, se han reducido los ingresos por exportaciones de crudo a China e India, limitando los recursos financieros disponibles para sostener el esfuerzo bélico contra Ucrania.