Panorama de los precios internacionales del petróleo: volatilidad, inventarios y demanda

El mercado petrolero global vivió un primer semestre de 2025 marcado por alta volatilidad, ajustes en los inventarios y cambios en la demanda. En este análisis editorial se detallan los factores clave que condicionaron al Brent y al WTI, así como las proyecciones para lo que resta del año.

Hace 11 horas
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Balance semestral: recortes, tensiones y recuperación desigual

Durante los primeros seis meses de 2025, los precios internacionales del petróleo se movieron dentro de un rango inusualmente amplio. El Brent fluctuó entre los 72 y los 88 dólares por barril, mientras el WTI osciló entre 68 y 84 dólares. Esta volatilidad respondió a factores estructurales y coyunturales, como las decisiones de la OPEP+, los conflictos geopolíticos y una demanda mundial aún inestable.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) mantuvo sus recortes voluntarios de 2,2 millones de barriles por día (bpd) en el primer trimestre y comenzó una reducción gradual desde julio. Arabia Saudita y Rusia encabezaron esta estrategia, con el objetivo de sostener los precios ante señales de desaceleración en Asia.

Geopolíticamente, las tensiones en el estrecho de Ormuz y los ataques intermitentes a buques en el mar Rojo afectaron las rutas de transporte. Estos incidentes elevaron la prima de riesgo geopolítico y presionaron al alza los precios, especialmente en abril y junio, cuando se observaron picos cercanos a los 80 dólares por barril en el Brent.

Por el lado de la demanda, China decepcionó a los mercados con un segundo trimestre débil en manufactura y construcción, mientras que India sostuvo una expansión moderada. En Estados Unidos, el consumo de gasolina y destilados se mantuvo estable, aunque el aumento en precios al consumidor comenzó a impactar la demanda en sectores sensibles.

Inventarios: repunte desigual y presión contenida

Uno de los factores decisivos en la evolución de los precios internacionales del petróleo durante 2025 ha sido el comportamiento de los inventarios. La Agencia Internacional de Energía (IEA) reportó en julio que los inventarios globales de crudo y productos aumentaron en 73,9 millones de barriles en mayo, totalizando 7.818 millones.

No obstante, el crecimiento no ha sido uniforme. Mientras países de la OCDE muestran niveles ligeramente por debajo del promedio quinquenal, China ha incrementado agresivamente sus reservas estratégicas, aprovechando las caídas temporales de precio. Esto ha restringido el suministro disponible en el mercado spot y limitado la efectividad de la acumulación global para moderar precios.

En Estados Unidos, los inventarios comerciales permanecen 5 % por debajo del promedio de cinco años, según el reporte de julio del Energy Information Administration. Esta situación ha generado episodios de nerviosismo en el mercado, particularmente cuando coinciden con interrupciones en refinerías o congestión en puertos clave.

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Perspectivas para el segundo semestre: ¿estabilización o nueva corrección?

Las proyecciones para lo que resta del año mantienen un tono de cautela. El U.S. Energy Information Administration elevó sus estimaciones para el promedio del Brent en 2025 a 68,89 dólares por barril y para el WTI a 65,22 dólares, debido a la prolongación parcial de los recortes de la OPEP+ y una demanda más sólida de lo esperado en India y África.

Sin embargo, la EIA prevé una moderación hacia 2026, con caídas a niveles promedio de 58 dólares para el Brent y 54 para el WTI. Esta proyección se basa en un aumento progresivo de la producción no OPEP, en particular de Estados Unidos y Brasil, así como en la normalización de inventarios globales.

En el corto plazo, se anticipan episodios de volatilidad ligados a eventos climáticos extremos, posibles sanciones unilaterales contra exportadores y la incertidumbre electoral en Estados Unidos. Además, la dinámica del shale en la cuenca Pérmica podría añadir presión a la oferta si los precios se mantienen por encima de los 75 dólares, incentivando nuevas inversiones.

Factores estructurales a monitorear para la toma de decisiones

Más allá de las fluctuaciones de corto plazo, los precios internacionales del petróleo seguirán condicionados por varios elementos estructurales:

  • Geopolítica persistente: Irán, Yemen y Libia siguen siendo focos de riesgo para la oferta.
  • Producción no OPEP: Estados Unidos mantiene una producción superior a los 13,3 millones de bpd en 2025, aunque con señales de desaceleración.
  • Demanda energética en transición: la electrificación y el aumento de vehículos híbridos en Asia podrían reducir la elasticidad de la demanda a precios altos.
  • Evolución de inventarios: los niveles actuales pueden mitigar picos de precio, pero su comportamiento será clave en la segunda mitad del año.

Gobiernos y empresas deben reforzar sus estrategias de resiliencia, incluyendo coberturas financieras, diversificación de suministro y monitoreo en tiempo real de riesgos logísticos.

La volatilidad como constante: navegar con inteligencia energética

El primer semestre de 2025 confirmó que la incertidumbre sigue siendo la norma en los precios internacionales del petróleo. La interacción entre factores geopolíticos, inventarios aún ajustados y una demanda mundial volátil exige análisis estratégicos más allá del precio diario del barril.

Los países importadores deben prepararse ante potenciales disrupciones, mientras que los productores enfrentan el dilema entre sostener precios o ganar cuota de mercado. En este contexto, el monitoreo constante de datos de la IEA, la EIA y la OPEP+, así como una lectura política del entorno global, se convierten en herramientas clave para anticipar movimientos y tomar decisiones informadas.

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