El nearshoring está redefiniendo el panorama económico y logístico de México. Empresas manufactureras y de servicios se están relocalizando cerca de sus mercados finales, sobre todo Estados Unidos. Esto ha generado un dinamismo industrial sin precedentes. El impacto directo y profundo recae en la logística energética nacional.
Este cambio de paradigma no solo implica una mayor demanda de recursos energéticos, sino también exige una robusta expansión y modernización de la infraestructura. Además, surgen nuevos hubs industriales que requieren soluciones energéticas eficientes y sostenibles.
La Escalada de la Demanda Energética
El crecimiento exponencial de la inversión extranjera directa, impulsada por el nearshoring, se traduce en una necesidad energética acrecentada. Las nuevas plantas de producción, centros de distribución y complejos industriales demandan un suministro constante y fiable.
Se necesita electricidad, gas natural y otros combustibles. La industria manufacturera, con su alta intensidad energética, ejerce una presión considerable sobre la red eléctrica nacional.
Este aumento en la demanda no es lineal; es exponencial. Se concentra en regiones específicas, lo que genera cuellos de botella y tensiones en la infraestructura actual. Datos recientes de la Secretaría de Energía proyectan un incremento sostenido en el consumo eléctrico industrial.
Esto subraya la urgencia de planificar y ejecutar inversiones a gran escala en generación, transmisión y distribución. La capacidad instalada debe expandirse de manera significativa. Esto no solo para satisfacer los requerimientos actuales, sino para anticipar el crecimiento futuro que el nearshoring continuará propiciando.
Infraestructura Energética: Columna Vertebral
Para soportar la magnitud de la demanda del nearshoring, la infraestructura de logística energética nacional requiere una transformación integral. Esto abarca desde la modernización de las centrales eléctricas existentes hasta la construcción de nuevas plantas de generación. También incluye la expansión de la red de transmisión y distribución de energía eléctrica. La capacidad de transportar grandes volúmenes de electricidad desde los centros de generación hasta los polos de consumo es crítica.
Además, la infraestructura de gasoductos es igualmente vital. El gas natural es un combustible clave para la generación eléctrica y un insumo directo para muchas industrias. La construcción de nuevos gasoductos, la ampliación de los ya existentes y la mejora de las estaciones de compresión son pasos ineludibles.
Los retos no se limitan a la cantidad de energía, sino también a su calidad y confiabilidad. Las empresas atraídas por el nearshoring buscan estabilidad en el suministro. Esto implica una red más resiliente y menos propensa a interrupciones. La inversión en tecnologías inteligentes y sistemas de monitoreo avanzados es esencial para optimizar el rendimiento y la seguridad de la red.
El Auge de los Hubs Industriales
El nearshoring ha catalizado el surgimiento de nuevos hubs industriales en regiones estratégicas de México. Esto se observa especialmente en el norte y el Bajío. Estos clústeres económicos concentran industrias de alta tecnología, automotriz, electrónica y logística. Se convierten en epicentros de consumo energético. Ciudades como Monterrey, Saltillo, Ciudad Juárez y León están experimentando un crecimiento industrial sin precedentes.
La creación de estos polos de desarrollo impone la necesidad de planificar la infraestructura energética de manera localizada y eficiente. Esto implica desarrollar subestaciones eléctricas dedicadas y redes de distribución de última milla. En algunos casos, se implementan soluciones energéticas distribuidas, como la cogeneración o la energía solar en sitio. Esto alivia la presión sobre la red centralizada.
La coordinación entre los gobiernos federal y estatal, el sector privado y las empresas de energía es fundamental. Así se asegura que la disponibilidad energética no frene el crecimiento de estos hubs. La integración de energías renovables en el mix energético de estos centros industriales contribuye a la sostenibilidad. También ofrece mayor independencia y resiliencia en el suministro.
Un Horizonte Energético Estratégico para el Nearshoring
La creciente demanda energética y la necesidad de una infraestructura robusta plantean un llamado urgente. Para capitalizar plenamente las oportunidades del nearshoring, México debe adoptar una estrategia energética proactiva y de largo plazo.
Esto implica no solo invertir en capacidad de generación y redes de transmisión, sino también implementar políticas que fomenten la eficiencia energética. Es crucial la diversificación de la matriz energética.
El aprovechamiento de fuentes renovables, como la solar y la eólica, responde a las demandas de sostenibilidad global. También ofrece una ventaja competitiva en costos a largo plazo y estabilidad en el suministro. La colaboración público-privada será clave para superar los desafíos.
Así se construirá una logística energética nacional capaz de sostener el impulso del nearshoring. Esto garantizará un futuro próspero para la industria mexicana. La visión debe ser integral. Debe considerar no solo la oferta, sino también la gestión inteligente de la demanda y la adopción de tecnologías para una transición energética ordenada y efectiva.
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