Visión estratégica para la protección energética nacional
Petróleos Mexicanos (Pemex) ha puesto en marcha una estrategia financiera y operativa sin precedentes: destinar al menos 30,000 millones de pesos durante los próximos años para enfrentar el flagelo del huachicol. Esta medida, parte del Plan Estratégico para el Fortalecimiento 2025-2035, simboliza un compromiso institucional firme para proteger activos, garantizar trazabilidad y recobrar la confianza pública.
Desde 2019, el combate al robo de combustibles ha rendido frutos concretos: más de 7,300 tomas clandestinas cerradas y 51 millones de litros de hidrocarburo recuperados, con un valor superior a mil millones de pesos. Estos logros han mejorado las ventas, especialmente en la frontera, y sientan una base de credibilidad robusta para la nueva estrategia.
Ejes de inversión estratégica
1. Inteligencia operativa: 10,967 millones de pesos
Esta línea contempla la adquisición de equipos de última generación para medir calidad y volumen, así como la creación de una Unidad Central de Control que consolide datos de toda la cadena energética. Con ello, se robustecen los procesos decisorios en tiempo real y se permite una respuesta ágil ante irregularidades.
2. Monitoreo volumétrico: 23,139 millones de pesos
Uno de los objetivos centrales es elevar el cumplimiento de controles volumétricos del 15 % actual al 96 %. Este salto es fundamental para identificar con precisión desviaciones e irregularidades en el flujo de hidrocarburos. Esto conlleva la calibración continua de sistemas, fortaleciendo la trazabilidad y la custodia en cada punto crítico.
3. Redes y digitalización
El plan también apuesta por un sistema digital robusto para regular el acceso de autotanques en instalaciones clave como Tula, Salamanca y Madero, en colaboración con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones. Además, se potenciará el sistema SCADA, capaz de monitorear ductos en tiempo real y detectar anomalías que podrían indicar robos o fugas.
4. Coordinación interinstitucional
Este esfuerzo no se realiza en solitario: intervienen la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Sedena, Marina, Guardia Nacional, Fiscalía General de la República y órganos reguladores del sector energético, formando un frente unido con capacidad de reacción integral.
Impacto integral: más allá de la recuperación económica
El enfoque estratégico va más allá de la protección de infraestructura. Busca reconstruir la confianza institucional, asegurar el suministro seguro a comunidades y empresas, y proyectar una postura defensiva moderna frente a amenazas delictivas. El uso de tecnología avanzada y bases de datos confiables contribuye directamente a elevar la coordinación y eficacia en las acciones.
Asimismo, la adopción de sistemas digitales transparentes abre la puerta a mecanismos de rendición de cuentas y supervisión ciudadana, esenciales para la legitimación pública de las instituciones energéticas.
Una apuesta indispensable para el futuro energético
Pemex transita hacia una nueva dimensión de gestión: modernización operativa, vigilancia inteligente y alianzas estratégicas. La inversión anunciada no es un gasto aislado, sino un componente estructural de su transformación integral. Al consolidar infraestructura tecnológica, digital e institucional, la petrolera no solo defiende su patrimonio, sino también la soberanía energética del país.
Camino a una Pemex más segura, eficiente y confiable
Esta estrategia traza un nuevo rumbo: el que lleva a una empresa capaz de prevenir, detectar y responder con precisión ante el huachicol, allanando el camino hacia su transformación energética. Lo que sigue es tan importante como el anuncio: la ejecución transparente, el seguimiento riguroso y el compromiso colectivo para sostener la seguridad energética que México demanda.
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