Recientemente Japón dio un giro en el mundo energético con la aparición de la posible implementación de energía azul.
Las energías alternativas han cobrado una gran demanda en los últimos años, generando la interrogante sobre cuales son las más eficientes y las que a largo plazo pueden contaminar mucho menos, o resultar no contraproducentes.
La propuesta de energía renovable que Japón plantea explorar se trata de la llamada energía azul, la cual es famosa por no requerir descansos para funcionar y que jamás contamina.
¿Qué es la energía azul?
Con la intervención del agua, la energía azul u osmótica se genera al poner en contacto dos flujos de agua con distintos niveles de concentración salina. Normalmente con la intervención de agua salada con agua dulce. Por lo que esta fuente de energía renovable puede ser inagotable y poco contaminante en el medio ambiente.
El proceso mediante el que se obtiene este tipo de energía se le conoce como «Ósmosis» , en el que dos líquidos con distinta concentración salina son separados por una membrana semipermeable, a través de la que fluye el líquido con menos concentración hacia la más concentrada.
Para obtener energía azul, necesario separar el agua de mar con el agua dulce, ejerciendo una presión llamada «presión ósmica». La presión es tan eficiente, que es capaz de mover turbinas y lograr generar electricidad sin liberar emisiones de CO2.
Japón incursiona en la energía azul
Recientemente, Japón ha experimentado con distintos tipos de energía renovable. Apenas en agosto de este año, inauguraron la primer central de energía osmótica del país. Siendo la segunda con este funcionamiento en el mundo, esperando que el uso de este tipo de energía logre ser utilizado en todo el mundo.
La planta ubicada en Fukuoka, será capaz de producir 880 mil kilovatios por hora al año, lo equivalente para alimentar de energía a cerca de 220 hogares japoneses. Sin presentar atrasos por condiciones climáticas, horarios, ni dióxido de carbono. Su capacidad de energía es suficiente para poder alimentar a gran parte de la planta desalinizadora que suministra agua dulce a toda la ciudad.
La reciente inauguración de esta planta en Japón marcan un hito en el uso de nuevas fuentes de energía, capaces de abastecer a una ciudad. Japón estima que la mezcla de agua dulce, con el agua salada será parte fundamental de su mezcla energética, favoreciéndose de su eficiencia y la integración de puertos, aguas residuales, desalinizadores, entre muchos otros.