La petromasculinidad es un concepto desarrollado por la politóloga Cara Daggett en 2018, que describe la conexión entre la identidad masculina tradicional y la dependencia de combustibles fósiles. Según Daggett, esta relación no solo responde a necesidades económicas o tecnológicas, sino que también expresa una forma de resistencia cultural frente a discursos ecologistas y feministas que promueven la transición energética y la justicia climática.
Esta perspectiva plantea que ciertos sectores sociales, especialmente masculinos, resisten la transición energética por motivos culturales y de identidad. Su oposición refleja una reacción ante lo que perciben como una amenaza al orden patriarcal tradicional y sus privilegios.
Petromasculinidad: Manifestaciones culturales y políticas
La petromasculinidad se manifiesta en diversas prácticas culturales y políticas. Modificar vehículos diésel para emitir humo negro, conocido como «rollin’ coal», se usa como protesta contra discursos ambientales. Estas acciones exaltan la potencia mecánica y afirman poder frente a discursos ecológicos o políticas de equidad climática.
La publicidad automotriz suele asociar el auto con el éxito masculino y presenta a las mujeres como símbolos de estatus. Este mensaje sugiere que los hombres alcanzan poder y deseo al controlar el vehículo, reforzando ideas de dominación. Así, se vincula al conductor con autoridad y superioridad, reproduciendo jerarquías y roles tradicionales de género.
Obstáculos en la transición energética
La petromasculinidad representa un obstáculo cultural en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. La resistencia a abandonar los combustibles fósiles no solo se basa en consideraciones económicas, sino también en la amenaza percibida a las identidades y privilegios asociados con la masculinidad tradicional.
En México, la dependencia de combustibles fósiles y el respaldo estatal a PEMEX obstaculizan la transición energética del país. Moody’s ha señalado la falta de transparencia en las políticas climáticas como un riesgo para los compromisos ambientales asumidos.
También advierte que priorizar los combustibles fósiles indica una posible regresión en la agenda ambiental del gobierno mexicano.
Hacia una transición energética inclusiva
Superar los obstáculos que presenta la petromasculinidad requiere un enfoque que integre consideraciones de género en las políticas energéticas y climáticas. Esto implica reconocer cómo las estructuras de poder patriarcales influyen en las decisiones energéticas y trabajar para desmantelar estas dinámicas.
Además, es fundamental promover narrativas que desvinculen la identidad masculina del dominio sobre la naturaleza y el uso de combustibles fósiles. Fomentar modelos de masculinidad que valoren la sostenibilidad, la cooperación y el cuidado del medio ambiente puede contribuir a una transición energética más equitativa y efectiva.
Redefiniendo el poder en la era de la energía sostenible
La petromasculinidad pone de relieve cómo las estructuras de poder patriarcales están entrelazadas con la dependencia de los combustibles fósiles. Para avanzar hacia un futuro energético sostenible, es necesario abordar no solo los aspectos tecnológicos y económicos, sino también las dinámicas culturales y de género que perpetúan esta dependencia. Solo mediante un enfoque inclusivo y consciente de estas intersecciones se podrá lograr una transición energética justa y efectiva.
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La inteligencia artificial y el crecimiento digital disparan el consumo energético, desafiando redes e infraestructura en los próximos años.