Derivado de la publicación del Reglamento de hidrocarburos, geotermia, electricidad, biocombustibles y transición energética, el gobierno revierte las funciones para la Secretaría de energía con sus funciones completas y la Comisión Nacional de Energía.
Con esta nueva actualización, se revierten las funciones para el estado retomando el control sobre permisos, planeación y supervisión en cada segmento estratégico, por lo que, todos los permisos son condicionados a la vinculación gubernamental y dejan de ser derechos automáticos.
Derivado de uno de sus apartados para la Ley del sector eléctrico, la Comisión Nacional de Energía, centraliza la generación de permisos omitiendo los esquemas regulatorios previos, con solicitudes migratorias, de autoconsumo y cogeneración, las cuales deberán adaptarse al nuevo marco.
Su cumplimiento se dará seguimiento a través de una comprobación trimestral que demuestre avances físicos, con la formalización de contratos de interconexión y superación de pruebas técnicas por parte del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
La vigencia de los permisos para los proyectos dependerá al tiempo estimado en que tarde su culminación, y las centrales que se encuentren en operación tendrán un tiempo estimado de 6 meses para completar las pruebas de la Cenace, y generar un contrato de interconexión o de lo contrario el permiso será revocado.
Las centrales en construcción tendrán una vigencia de sus permiso que estará sujeta a la acreditación del avance de las obras cada 3 meses. Y para centrales que aún no inician su construcción, la autorización está sujeta al cumplimiento del programa inicial y documentar procesos verificables ante la CNE.
