El Senado de México aprobó el miércoles 10 de diciembre de 2025 un aumento de hasta 50% en los aranceles a las importaciones de más de 1.400 rubros provenientes de una docena de países con los que México no tiene acuerdos comerciales, encabezados por China, concluyendo así el trámite legislativo de la propuesta.
La iniciativa fue votada con 76 votos a favor y cinco en contra, en medio de presiones comerciales de Estados Unidos, durante una sesión que se extendió hasta la noche. Entre los países afectados, además de China, se encuentran Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia, Turquía, Taiwán y Brasil.
El martes, la Cámara de Diputados ya había aprobado la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum, que ahora deberá publicarse para que los nuevos aranceles entren en vigor a partir del 1 de enero de 2026. Se modifican 1 mil 463 fracciones arancelarias de sectores como: automotriz, textil, vestido, plástico, electrodomésticos y calzado, principalmente productos provenientes de China.
La propuesta inicial contemplaba tasas de hasta el 50%, aunque la mayoría fueron reducidas a un 20% o 35%, y solo en casos específicos se mantuvo la cifra original. Al menos 35 senadores se abstuvieron de votar, argumentando que el proyecto se elaboró de manera apresurada, sin un análisis suficiente sobre su impacto en la inflación y en respuesta a presiones del presidente estadounidense Donald Trump.
Legisladores oficialistas defendieron la reforma, señalando que busca fortalecer la industria mexicana, generar empleo y diversificar canales de suministro. “Tiene como único propósito fortalecer la economía nacional”, mencionó el senador Juan Carlos Loera, del partido Morena.
Por el contrario, senadores de PRI y PAN criticaron la medida, que también ha sido rechazada por distintos sectores e industrias mexicanas.
Tras la aprobación, el gobierno de China expresó su esperanza de que México corrija sus prácticas erróneas de unilateralismo y proteccionismo lo antes posible, advirtiendo que podrían dañar de manera considerable los intereses de socios comerciales como China. Por parte del Ministerio de Comercio un portavoz incitó a México a colaborar para proteger las relaciones económicas y comerciales bilaterales y aseguró que Pekín seguirá de cerca la aplicación e impacto de los gravámenes, aunque reconoció que algunas tasas se han reducido respecto a la propuesta inicial.
