Un buque de carga con más de 3,000 autos nuevos provenientes de Asia, en su mayoría de origen chino, se hundió esta semana en aguas del océano Pacífico, mientras se dirigía al puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
El Morning Midas, operado por la compañía Zodiac Maritime, se encontraba a unos 770 kilómetros de la costa de Alaska cuando se hundió a una profundidad estimada de 5,000 metros. Semanas antes, la tripulación había abandonado la embarcación debido a un incendio que se habría iniciado en la cubierta donde se almacenaban vehículos eléctricos. De acuerdo con reportes, el cargamento incluía cerca de 70 autos totalmente eléctricos y 680 híbridos.
Aunque no se ha detallado el número exacto de unidades perdidas por marca, fuentes cercanas al caso identificaron a Chirey (Chery Automobile) y Great Wall Motor como las armadoras más afectadas.
Este hecho pone en evidencia el notable volumen de unidades chinas que ingresan actualmente al país. Según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), la participación de fabricantes chinos ha crecido de forma acelerada en el mercado mexicano, pasando de representar apenas el 2.6% en 2021 a cerca del 10% en 2024.
El crecimiento ha sido impulsado principalmente por la competitividad de los precios, una oferta sólida en el segmento de SUVs y camionetas, y una estrategia comercial agresiva por parte de marcas como MG, JAC, Chirey y Great Wall. Estos fabricantes ofrecen modelos entre 15% y 25% más accesibles que sus equivalentes coreanos o estadounidenses, además de incorporar tecnología y diseño atractivos para el consumidor mexicano.
La expectativa del sector es que para 2026 las marcas de origen chino podrían alcanzar hasta el 20% del total de autos vendidos en México, consolidándose como una fuerza relevante en el mercado interno.
