México se consolidó como el principal socio comercial de Estados Unidos durante los primeros cinco meses de 2025, alcanzando un comercio bilateral total de US$343,000 millones, de acuerdo con cifras oficiales de U.S. Census Bureau. Este resultado refuerza la posición estratégica de México en el mercado estadounidense, en un momento clave para la integración productiva regional y pese a los anuncios recientes y constantes de aranceles a las importaciones por parte del vecino país del norte.
Entre enero y mayo de 2025, Estados Unidos importó desde México un valor de US$203,400 millones, lo que coloca a nuestro país por encima de otras potencias comerciales como China y Canadá. Este dato posiciona a México como el principal proveedor de mercancías para el mercado estadounidense, un lugar que ha venido reforzando en los últimos meses, con excepción de abril —cuando rompió con una racha de 13 meses al alza—.
Al mismo tiempo, México se ubicó como el segundo destino más importante de las exportaciones estadounidenses, con un valor acumulado de US$140,100 millones, sólo superado por Canadá con US$142,900 millones. Esta dinámica refleja una interdependencia creciente entre ambas economías, especialmente en sectores como el automotriz, electrónico, energético y agroalimentario, que han mostrado altos niveles de complementariedad e integración.
Sin embargo, este liderazgo comercial también representa una gran responsabilidad: mantener condiciones favorables de inversión, seguir apostando por la innovación tecnológica y garantizar el desarrollo sostenible de las cadenas productivas.
De cara al segundo semestre de 2025, el reto será consolidar este crecimiento con políticas públicas que fomenten la competitividad, mejoren la conectividad energética y promuevan la inclusión de más empresas nacionales en el comercio internacional.
México y Estados Unidos no sólo están fortaleciendo su intercambio de bienes, sino también construyendo una relación económica más estratégica, resiliente y sostenible, en la que la colaboración regional será esencial para enfrentar los desafíos globales. Además, habrá que esperar los resultados de la renegociación del T-MEC antes de que finalice el año.