Las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) son un indicador clave de la huella que cada país deja sobre el clima global. A menudo, las comparaciones se hacen en términos absolutos: cuánto emite cada nación en total. Ese enfoque arroja que potencias como China o Estados Unidos emiten muchas veces más que México. Sin embargo, para entender mejor la equidad, responsabilidad y eficiencia, es útil estudiar las emisiones “por habitante” (per cápita). En este artículo exploramos cómo México se compara bajo ambos enfoques, qué tan grave es su contribución relativa, y qué medidas se están tomando, especialmente por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
México versus otros países: emisiones absolutas y per cápita
Emisiones absolutas
- En 2022, México emitió alrededor de 487.8 millones de toneladas de CO₂ provenientes de combustibles fósiles y actividades industriales, lo que lo coloca en un rango intermedio entre los países del mundo en términos totales. (Worldometer)
- Comparativamente, China emitió más de 12 600 millones de toneladas, y Estados Unidos más de 4 850 millones de toneladas en el mismo año. (Worldometer)
- Por lo tanto, México emite bastante menos que esos gigantes —y buena parte de la diferencia se debe a menor población, industrialización y consumo energético per cápita.
Emisiones per cápita
- En promedio global, las emisiones per cápita rondan los 4.8 toneladas de CO₂ por persona al año. (Worldometer)
- México está por debajo de ese promedio, con aproximadamente 3.79 toneladas de CO₂ por habitante en 2022. (Worldometer)
- En contraste, Estados Unidos emite en promedio más de 14 toneladas per cápita, Australia alrededor de 15 toneladas. (Worldometer)
- También Corea del Sur tiene emisiones per cápita notablemente altas (alrededor de 12 toneladas). (Worldometer)
Estas diferencias indican que aunque México no es de los países que más CO₂ emiten en total, sí tiene margen para mejorar su eficiencia energética y usar fuentes más limpias para reducir su huella relativa.
México y la CFE: acciones, compromisos y retos
Compromisos y resultados recientes
- La CFE ha comenzado a reemplazar o modernizar centrales térmicas que usaban combustóleo o carbón por plantas que usan gas natural o tecnologías de ciclo combinado, con lo cual se espera una reducción en emisiones. (Aunque no encontré una cifra pública exacta reciente que confirme los “35 millones de toneladas en los pasados dos lustros” en todas sus fuentes, los reportes oficiales señalan progresos.)
- En su Informe Anual 2022, la CFE reporta que alrededor del 35 % de la electricidad generada provino de fuentes limpias. (cfe.gob.mx)
- En los primeros seis meses de 2025 la CFE informó una reducción del 7 % en emisiones de CO₂, atribuible al incremento de generación hidroeléctrica, a la reducción del uso de combustibles pesados como combustóleo y diésel, y al mantenimiento de unidades térmicas degradadas. (Global Energy)
Retos estructurales
- Aún operan centrales termoeléctricas con combustibles fósiles que son menos eficientes, y la tasa de modernización no es homogénea.
- Las políticas de generación eléctrica enfrentan tensiones entre seguridad energética, costo y sostenibilidad.
- Infraestructura y financiamiento: modernizar plantas, desplegar energía renovable a gran escala, mejorar redes de transmisión, etc., requiere inversiones fuertes y compromiso regulatorio.
- Transparencia y seguimiento: aunque los documentos oficiales muestran avances, algunos estudios independientes (por ejemplo de México Evalúa) advierten que los objetivos de sostenibilidad podrían no estar respaldados aún por una política robusta y de largo plazo. (México Evalúa)
Perspectiva global: qué pueden aprender los países y qué México debe impulsar
Factores que elevan emisiones per cápita de países desarrollados
- Alta demanda energética por consumidor promedio: climatización, transporte privado, viviendas grandes, etc.
- Fuertes industrias intensivas en carbono: acero, cemento, petroquímica.
- Dependencia histórica del carbón y otros combustibles fósiles baratos, menos regulados.
Lo que México puede potenciar
- Energías renovables: aprovechar los recursos solar, eólico, geotérmico. Continuar con ciclos combinados, pero con gas limpio o incluso biogás, siempre considerando huella de extracción y transporte.
- Eficiencia energética: mejoras en redes de distribución, menor pérdida de energía, mejores estándares de construcción, transporte público eficiente.
- Políticas de incentivo / regulación ambiental estricta: emisiones máximas permisibles, subsidios o estímulos fiscales para tecnologías limpias, mercados de carbono o mecanismos similares.
- Transparencia y rendición de cuentas: datos públicos confiables, auditorías independientes y seguimiento ciudadano.
Hacia una huella más ligera: el camino que México necesita andar
Para México, reducir emisiones de CO₂ no sólo es un asunto de responsabilidad global, sino también de salud pública, competitividad económica y resiliencia frente al cambio climático. Aunque nuestras emisiones per cápita son menores que las de países desarrollados, eso no exime al país de la urgencia de actuar. Cada mejora en eficiencia, cada central limpia que se agrega, contribuye no solo a mejorar nuestro lugar en los rankings, sino también a asegurar un futuro más sostenible para la población.
Es imperativo que los compromisos se transformen en acciones estructuradas y sostenidas: modernización energética, transición justa para las comunidades afectadas, diversificación del mix eléctrico, y políticas que perduren más allá del ciclo electoral.
Una nueva ruta para las emisiones mexicanas
La ruta mexicana debe apoyarse en infraestructura, normas, tecnologías limpias, financiamiento adecuado y voluntad política visible y sostenida. Si México logra reducir su intensidad de emisiones (CO₂ emitido por unidad de energía o por unidad de crecimiento económico), podrá mantener desarrollo económico a la vez que baja su contribución al problema global del cambio climático.
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