Diversos especialistas y líderes de organizaciones económicas empiezan a advertirlo: si bien la inteligencia artificial se ha anunciado como el futuro de los negocios y de la economía en general, los altísimos precios de las acciones que está generando generan nerviosismo y podrían representar una burbuja financiera insostenible.
Por ejemplo, recientemente Peter Brabeck, el presidente del Foro Económico Mundial, dijo que el mundo debería estar atento a tres posibles burbujas en los mercados financieros: la burbuja de criptomonedas, la de inteligencia artificial y la de deuda.
En declaraciones a medios de comunicación, el líder del Foro señaló que durante meses, los mercados han hecho caso omiso de la preocupación por las altas tasas de interés, la persistente inflación y las turbulencias comerciales, subiendo en parte por las expectativas de que la inteligencia artificial pueda transformar las perspectivas de la economía y las empresas mundiales.
Una burbuja financiera es un fenómeno económico donde el precio de un activo, como acciones o bienes raíces, aumenta de forma desproporcionada y rápida debido a la especulación, superando su valor fundamental o real. Esto es impulsado por la expectativa de que los precios seguirán subiendo, lo que a menudo está acompañado por un desajuste entre oferta y demanda. Finalmente, la burbuja «estalla» cuando los inversores intentan vender sus activos al mismo tiempo, provocando una caída abrupta en el precio.
¿Pero qué pasa con los empleos?
Casi un 40% del empleo mundial está expuesto a la IA. Históricamente, la automatización y la tecnología de la información han tendido a afectar las tareas rutinarias, pero una de las características que diferencia a la IA es su incidencia en trabajos de alta cualificación.
Por lo tanto, la IA acarrea mayores riesgos para las economías avanzadas en comparación con los mercados emergentes y en desarrollo, pero también les presenta más oportunidades para explotar las ventajas.
En las economías avanzadas, alrededor de un 60% de los empleos pueden verse afectados por la IA. IA pueden ejecutar tareas que en la actualidad son realizadas por seres humanos, lo cual podría reducir la demanda de mano de obra, con una consiguiente merma de los salarios y la contratación.
En los casos más extremos, algunos empleos pueden desaparecer.
La inteligencia artificial puede eficientar procesos, pero pone en riesgo las labores de un ser humano, hasta qué punto es útil esta herramienta?
Peter Brabeck, cuya organización es más conocida por sus reuniones anuales en Davos, en Suiza, donde los líderes empresariales y políticos discuten los apremiantes retos mundiales.
Brabeck, recordó los recientes anuncios de recortes de empleo de empresas como Amazon y Nestlé y dijo que lo que se podría ver -en el peor de los casos- es que (…) haya un «cinturón de óxido» en esas grandes ciudades que tienen muchas oficinas con trabajadores que pueden ser reemplazados más fácilmente por esta inteligencia artificial y el aumento de la productividad.
La semana antepasada Amazon anunció este martes la reducción de su fuerza laboral en 14.000 puestos de empleo, como parte de una reestructuración que el próximo año podría significar más recortes. El cambio está impulsado por la adopción de la inteligencia artificial por parte de la compañía.
En el caso de Nestlé a inicios de octubre anunció que recortará 16,000 puestos de trabajo, que representan 5.8% de los 277,000 empleados de Nestlé.