«Me gustaría decirle a las mujeres, y a los hombres también, que se permitan dejar las creencias limitantes, que elijan una vida plena, se cuestionen y hagan las preguntas”
P&E. ¿Cómo consideras que ha sido la evolución del papel de las mujeres en el sector energético y
cuáles siguen siendo los desafíos más importantes que enfrentan?
Desde el 2013 a la fecha, veo más mujeres participando en eventos, como conferencistas, panelistas y asistentes. Lo que dice que en sus organizaciones hay más apoyo a las mujeres ya sea que les interesa desarrollarlas como líderes de opinión o también que aprendan más del sector y hagan networking.
Sin embargo, el reto sigue siendo la desigualdad en salarios. Se siguen asignando de manera discrecional y no hay claridad en la ruta para crecer dentro de algunas organizaciones.
P&E. Durante tu trayectoria en el sector energético, ¿cuál es el aprendizaje o conocimiento más valioso que has obtenido?
A dialogar, convencer y tratar de cambiar la visión de las personas, o incluso, la mía propia. Estamos tan acostumbradas a pelear por una posición en la mesa, que cuando llegamos, nos cuesta mucho dejar de hacerlo. Saber escuchar es más importante en ciertos niveles altos, que saber hablar.
P&E. ¿Cómo visualizas el sector energético en México bajo la Agenda 2030 de la ONU y el papel
e impacto de las mujeres?
Para el año 2030, la presencia de las mujeres en el sector será más cercana a la paridad. Las cuotas o acciones afirmativas deberán haber hecho su trabajo y, en ese punto, el reto será cómo construir una agenda que integre a todas las voces y visiones y, sobre todo, que resuelva el tema medioambiental, el cual será más urgente que el de las cuotas o acciones afirmativas.