El Gobierno de Donald Trump ha anunciado su intención de llevar a cabo una venta de derechos de perforación de petróleo y gas en aproximadamente 80 millones de acres (equivalentes a unos 324,000 kilómetros cuadrados) del Golfo de México, programada para el próximo 10 de diciembre. Esta iniciativa fue comunicada por la Oficina de Administración de Energía Oceánica de Estados Unidos (BOEM).
En un movimiento notable, Trump ha rebautizado el Golfo de México como el Golfo de Estados Unidos, enfatizando su compromiso con la expansión de la producción energética en la región. Esta venta marcaría la primera de tres subastas previstas en un programa quinquenal de perforación en alta mar, el cual fue establecido durante la administración del presidente Joe Biden y que se ha caracterizado por tener el menor número de subastas de petróleo y gas en la historia reciente.
La propuesta del Gobierno incluye la oferta de aproximadamente 15,000 bloques sin arrendar, situados entre 4.8 y 372 kilómetros mar adentro. Según el BOEM, se propone un canon del 16.67%, el más bajo desde 2007, lo que podría incentivar a las empresas a participar en la subasta.
Esta iniciativa se produce en un contexto donde la administración Biden ha priorizado políticas más estrictas en materia de energía y medio ambiente, lo que ha llevado a una reducción significativa en las oportunidades de perforación en alta mar. La decisión de retomar las subastas de derechos de perforación bajo la administración de Trump podría tener implicaciones importantes para la industria energética estadounidense, así como para la economía de las comunidades costeras que dependen de la actividad petrolera.
Con esta venta programada, el Gobierno de Trump busca revitalizar la producción de petróleo y gas en el Golfo de México, promoviendo un enfoque más agresivo hacia la explotación de recursos energéticos en un momento de creciente demanda y volatilidad en los mercados globales.