Sistemas de administración de la seguridad y protección al medio ambiente en actividades petroleras: SEMS en EE. UU. y el SASISOPA en México
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Por: Juan Pablo Andrade Cortés
Tanto en México como en Estados Unidos, las compañías del sector hidrocarburos implementan en materia de seguridad y protección al medio ambiente algunos elementos e Indicadores Clave de Desempeño – Key Performance Indicators (“KPI”), para generar, integrar y operar sistemas de administración de riesgos en las áreas upstream, midstream y downstream con sus colaboradores y asociados. Actualmente, los sistemas más utilizados en ambos países son; el Sistema de Administración de la Seguridad y Medio Ambiente – Safety and Environmental Management Systems (“SEMS”) y el Sistema de la Administración Seguridad Industrial Seguridad Operativa y Protección al Medio Ambiente (“SASISOPA”).
El SEMS fue desarrollado en el año de 1990 por parte de la Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental – Bureau of Safety and Environmental Enforcement (“BSEE”), con un enfoque prescriptivo, el cual no conducía a la identificación efectiva de todos los riesgos operativos ni al desarrollo de una mitigación integral de accidentes específicos. Como resultado, la Junta Marina del Consejo Nacional de Investigación (“INCM”), estuvo de acuerdo en que se necesitaba un enfoque basado en “objetivos” por lo que el American Petroleum Institute (“API”) publicó en mayo de 1993 el estándar API RP-75 con sus respectivos 13 elementos, los cuales se convertirían en la esencia del SEMS en la actualidad.
El SASISOPA se concretó en el año 2016, por parte del brazo regulatorio de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (“SEMARNAT”), en materia de seguridad operativa y medio ambiente, la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (“ASEA”), con un enfoque basado en objetivos para la implementación segura y ambientalmente responsable de las actividades constructivas y operativas del sector petrolero del país. Los 18 indicadores que conforman el SASISOPA, son requeridos para cumplir con el marco normativo de la agencia, específicamente con las Disposiciones Administrativas de Carácter General (“DACG”) con el objeto de generar un instrumento regulatorio que otorgue certidumbre a la industria, mediante reglas que provean condiciones de seguridad. Como tal, todas las actividades del sector petrolero conllevan amenazas y riesgos inherentes, por lo que todas las compañías del sector petrolero alrededor del mundo centran sus esfuerzos en reducir año con año el número de accidentes e incidentes, optimizando y aplicando sistemas de administración de riesgo.
Un sistema de administración de riesgos conlleva una responsabilidad integral, ya que se deben desarrollar e implementar soluciones para mejorar los aspectos técnicos, conductuales y culturales de las actividades realizadas por los trabajadores, colaboradores y asociados, así como el establecimiento de un marco técnico-operativo para maximizar los activos existentes, mitigar el riesgo e impulsar la innovación continua en cada proyecto. De manera referencial, los estándares más reconocidos y aplicados en las áreas de calidad, seguridad y protección al medio ambiente son aquellos elaborados por la Organización Internacional de Normalización (“ISO”), de los cuales destacan mayormente los; ISO 9001 (Gestión de Calidad), ISO 14001 (Gestión Ambiental), ISO 45001 (antes OHSAS 18000, Gestión de la Seguridad y Salud Laboral), así como los desarrollados por la API tales como; API RP-70 (Seguridad para operaciones de petróleo y gas natural en alta mar) y API RP-75 (Práctica recomendada para el desarrollo de un programa de gestión de seguridad y medio ambiente para operaciones e instalaciones en alta mar). En este caso un sistema de administración de la seguridad o sistema de gestión de la seguridad sugiere considerar la esencia de cada uno de dichos estándares y unificar criterios que permitan contar con un sistema marco que aborde la mayoría de los temas fundamentales de riesgo tales como; capacitación, seguridad, salud y protección al medio ambiente.
El SEMS por un lado está fundamentado en el API-RP 75 para actividades de exploración, producción y operación de hidrocarburos en instalaciones marinas. Al respecto y para ser más específicos el SEMS tiene un enfoque de aplicación en todas las instalaciones marinas; aguas someras, profundas y ultra profundas, con la firme intención de prevenir eventos catastróficos a gran escala (actividades upstream).
El sistema está compuesto por los siguientes 13 elementos; 1. Generalidades, 2. Información de Seguridad y Medio Ambiente, 3. Análisis de Amenazas, 4. Administración del Cambio, 5. Procedimientos Operativos, 6. Prácticas y Estándares de Seguridad en el trabajo, 7. Entrenamiento, 8. Aseguramiento de la Calidad e Integridad Mecánica de Equipos Críticos, 9. Revisión de Pre-Arranque, 10. Respuesta y Control a Emergencias, 11. Investigación de Incidentes, 12. Auditoria, 13. Registros y documentación.
El SASISOPA está fundamentado por un estándar nombrado como DACG para la conformación, implementación y autorización de los Sistemas de Administración, y este se enfoca en actividades de reconocimiento y exploración superficial, la exploración y extracción de hidrocarburos, tratamiento, refinación, enajenación, transporte y almacenamiento del petróleo, procesamiento, compresión, licuefacción, descompresión y regasificación, así como el transporte, almacenamiento y distribución de gas natural, transporte y almacenamiento de gas licuado de petróleo, transporte y almacenamiento de petrolíferos y transporte por ducto y el almacenamiento, que se encuentre vinculado a ductos de petroquímicos producto del procesamiento del gas natural y de la refinación del petróleo. Específicamente el SASISOPA debe ser aplicado a gran escala para evitar cualquier situación de riesgo que conduzca a un accidente o incidente (actividades, upstream, midstream y downstream).
Dicho sistema está compuesto por los siguientes 18 elementos; 1. Política, 2. Identificación de peligros y análisis de riesgo, 3. Requisitos legales, 4. Metas objetivos e indicadores, 5. Funciones, responsabilidades y autoridad, 6. Competencia, capacitación y entrenamiento, 7. Comunicación, participación y consulta, 8. Control de documentos y registros, 9. Mejores prácticas y estándares, 10. Control de actividades y procesos, 11. Integridad mecánica, 12. Seguridad de contratistas, 13. Planes de respuesta a emergencias, 14. Monitoreo, verificación y evaluación, 15. Auditorias, 16. Investigación de accidentes e incidentes, 17. Revisión de resultados, 18. Informes de desempeño.
Ambos sistemas de gestión de riesgos deberán operarse por parte de las compañías con gran responsabilidad y ética, ya que de ello depende la seguridad del personal y la integridad de las instalaciones, gestionar y reducir los riesgos asociados con la seguridad y el medio ambiente para prevenir incidentes y eventos fortuitos cumpliendo así márgenes de tipo; “accidentes cero”.
Bibliografía
- Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
- American, Petroleum Institute (API). Recommended Practice for a Safety and Environmental Management System for Offshore Operations and Assets, 4th ED (2019).
- Bureau of Safety and Environmental Enforcement (BSEE)
https://www.bsee.gov/resources-and-tools/safety-and-environmental-management-systems.
- Disposiciones Administrativas de Carácter General (DACG), Sistema de Administración de la Seguridad Industrial, Seguridad Operativa y Protección al Medio Ambiente).
Juan Pablo Andrade Cortés, trabaja actualmente en la compañía IEnova, filial de la compañía SEMPRA Energy con sede en San Diego California, EUA. Cuenta con 12 años de experiencia en las áreas de sistemas de gestión de calidad, implementación de sistemas de gestión de seguridad, analista regulatorio y consultor SASISOPA, así como experiencia en áreas de gestión de riesgos industriales, consultoría en actividades de perforación de pozos terrestres y marinos, así como sistemas de almacenamiento de hidrocarburos, en compañías como Noble Energy, Germanisher Lloyd y DNV. Egresado de la carrera de Ingeniero Petrolero en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente se encuentra estudiando la licenciatura en Derecho.
Las afirmaciones y opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del o los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de Pulso Energético ni de la AMEXHI.